Plegarias musulmanas en las calles de París

Viernes 24 de julio de 2009
Este viernes, el autor se acerca a Barbès, barrio parisino situado al sur del distrito 18, a los pies de la colina de Montmartre, coronada por la iglesia del Sagrado Corazón, que los turistas fotografían en toda época del año.
Barbès antiguo:
Habitado hace algunos decenios por las clases populares, animado por los pilluelos parisinos que emitían sus alegres chillidos, el barrio de Barbès atrajo a una gran cantidad de Negros y Árabes, así como a algunos Asiáticos (Paquistaníes, Indios), que fueron sustituyendo a los primeros habitantes del lugar.
Barbès actual:
Nada más apearse del metro en la estación Barbès-Rochechouart, el visitante se siente arrojado a un zoco profusamente colorido: sobre las aceras, vendedores Negros exponen accesorios y baratijas sobre alfombras de colores; Negras envueltas en túnicas multicolores pasan en alegre tropel.
Al principio del bulevar Barbès, algunos Árabes revenden ilegalmente paquetes de cigarrillos, susurrando rápidamente “¡tres euros!” a los paseantes.
A lo largo de dicho bulevar se espacian comercios con las vitrinas decoradas con eslóganes chillones, que venden relojes, bisutería, videocámaras, y, sobre todo, teléfonos móviles; aquí y allá se abren bazares que exponen apiñados maletas, ropa, electrodomésticos.
De repente, una aparición: una mujer en burka negro de la cabeza a los pies atraviesa la calzada, velo al viento, caminando con paso de conquistador: los islamistas están de maniobras.

Zonas islamizadas del barrio de Barbès: en rojo, las calles valladas y cerradas al tráfico y a los peatones por los oradores musulmanes; en verde, las calles cuyas aceras son invadidas por los musulmanes para rezar, obligando a los peatones a caminar sobre la calzada.
La mezquita de la calle Polonceau: (1)
El visitante decide seguir los pasos del burka y toma la calle Poissonniers. Al poco se encuentra ante una mezquita, en la esquina con la calle Polonceau.
¡Vaya!, ¿qué es lo que sucede? He aquí unos negros musulmanes en chilaba que se ponen a desenrollar grandes alfombras (de unos 2,5 metros de largo) sobre la acera. Es viernes, y los musulmanes, al parecer, se preparan para efectuar sus plegarias en plena calle.
Rápidamente, la acera de la calle Poissonniers se cubre de alfombras y acto seguido ¡la calzada de la calle Polonceau desaparece igualmente bajo tapices! A partir de ese momento resulta imposible circular en coche o bicicleta por dicha calle, confiscada de oficio por los islamistas.
Cada vez más numerosos, los musulmanes, negros y árabes, salen por doquier, se quitan el calzado y se instalan sin el menor titubeo sobre las alfombras que bloquean la calle. Algunos llegan con sus pequeños tapetes de rezo individuales, que extienden sobre el suelo antes de colocarse sobre ellos. Otros utilizan un cartón a modo de tapete.
Pronto una marea humana ocupa todo el ancho de la calle Polonceau sobre varias decenas de metros.
Pero eso no es todo: ¡las dos aceras de la calle Poissonniers están igualmente invadidas por musulmanes colocados sobre alfombras así como la acera del bulevar Barbès hasta la esquina de la calle de la Goutte-d’Or!
Estupefacto, el visitante asiste a la invasión de alfombras que devoran inexorablemente aceras, calzadas, calles y hasta el bulevar…
La mezquita de la calle Myrha: (2)
Después de haber subido la calle Poissonniers por la calzada al encontrarse las aceras ocupadas por alfombras, zapatos y musulmanes arrodillados, el visitante gira a mano derecha para adentrarse en la calle Myrha, creyendo que ha visto lo peor.
Pero unos metros más adelante, nuevo desencanto: a la altura de la calle Léon, la calle Myrha está cerrada por grandes vallas metálicas grises de esas que normalmente utiliza la Policía Local. La diferencia es que aquí las acaban de colocar unos islamistas árabes en chilaba, para impedir el paso.
A mano izquierda, en la calle Léon, los obreros de un edificio en construcción deben parar de trabajar: los camiones Bouygues, que les traen el hormigón, ya no pueden pasar.
También aquí avanza una marea humana que escupe por decenas hombres con indumentaria islámica: gorro de punto sobre la cabeza, keffiyeh (bufanda palestina) al cuello, la mayoría con barba y chilaba.
Ver el video de unos minutos, que muestra los preparativos de la plegaria:
http://www.youtube.com/watch ?v=HYTuwqz9v6A
La oración:
De repente, resuena una llamada gangosa: son las 14:00 y empieza la plegaria. Poniéndose de puntillas, el visitante apercibe delante de la mezquita unos altavoces que difunden en la calle una oración en árabe.
Mientras tanto, los musulmanes siguen llegando, despliegan sus tapetes o cartones y se instalan sobre la calzada de la calle León bloqueando ahora ésta.
Tras ellos, a una veintena de metros, unos policías multan un coche mal estacionado, indiferentes al bloqueo de las calles, confiscadas, impedidas a los habitantes de París por los integristas musulmanes. Seguramente sus superiores jerárquicos les han dado orden de no intervenir.

La calle Myrha ocupada por los musulmanes.
Cuarenta minutos más tarde:
El grito de « Allah ouakbar ! » resuena tres veces seguidas. Acto seguido todos los musulmanes a una se colocan a cuatro patas, sobre aceras y calzadas, bajan la cabeza hacia el suelo, y cientos de traseros musulmanes se elevan al cielo.
El visitante se pellizca, pero no, no está soñando: no está en Arabia Saudita, no está en una madraza de Paquistán, no está en un pueblo de Somalia – ¡está nada menos que en una calle del centro de París, en el siglo XXI!
Testimonios de vecinos:
Una vez dispersados – lentamente – los musulmanes, el visitante consigue preguntar a un habitante del barrio, bajo anonimato. En voz baja, éste confiesa:
– ¿Sabe usted?, durante la plegaria, se prohíbe a toda mujer caminar por la calle Myrha, resida o no en ella. También he visto paseantes ser violentamente empujados por los islamistas por haber tomado una foto.
Un poco más lejos, otro vecino del barrio, tímido al principio, se anima y declara:
– El Ayuntamiento de París ha desbloqueado 28 millones de euros para construir una nueva mezquita, en la calle Stefenson, justo al cabo de la calle Myrha. Pero, en una reunión del Consejo del barrio, los imanes de ambas mezquitas (NDR: la de la calle Polonceau y la de la calle Myrha) dijeron claramente que no irían a la nueva mezquita y que continuarían a rezar en “sus” calles.
Aún más adelante, interrogados por el visitante, unos comerciantes del barrio confiesan, lejos de oídos musulmanes, su exasperación ante esta imposición que, todos los viernes, impide todo comercio entre las 13 y las 15 horas.
– Pero ¿qué podemos hacer? – suspira uno de ellos – ¡hace tiempo que las autoridades nos han abandonado!
El juego turbio del Ayuntamiento de París:
Volviendo a pasar por la calle Léon, el visitante descubre, en el número 19, un edificio moderno, cuyo frontón lleva orgullosamente la inscripción: “Ayuntamiento de París – Dirección de Asuntos Culturales – ICI: Instituto de las Culturas del Islam”. Su fachada está cubierta de carteles que anuncian el ramadán. Por tanto, dicho “Instituto” no se ocupa de la cultura sino de la religión y el Ayuntamiento de París financia el Islam, violando flagrantemente la ley de 1905. (3)
Conclusión:
He aquí como, cada viernes, la vida de los habitantes de este barrio se vuelve imposible a causa de unos musulmanes que bloquean sus calles y secuestran a su población – he aquí como un barrio entero de París es abandonado por las autoridades francesas y dejado en mano de los islamistas.
Maxime Lépante
(1) Mezquita de la calle Polonceau: Mezquita Al-Fath, calle Polonceau nº 53, esquina con la calle Poissonniers (distrito 18).
(2) Mezquita de la calle Myrha: Asociación Islámica Khaled Ibn Al Walid, calle Myrha nº 28 (distrito 18).
(3) La ley francesa “de separación de la Iglesia y el Estado”, de 1905, dice en su artículo 2º: « La República no reconoce ni asalaria ni subvenciona ningún culto […] »
Texto traducido por una simpatizante de “Riposte Laïque” (Respuesta Laica), a quien agradecemos mucho.
Texto original en francés:
http://www.ripostelaique.com/Voyage–dans–la–France–musulmane,2814.html

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